top of page

¿Por qué nos olvidamos tan rápido de todo?

Actualizado: 8 sept 2022

¿Por qué no somos capaces de darnos cuenta de lo afortunadas personas que somos en este momento? Porque estamos demasiado ocupados hundidos en nuestra ignorancia, demasiado inmersos en la indiferencia hacia lo que no nos interesa, el apego a lo que deseamos y la aversión a lo que no deseamos.


Así es, por bajo que creas que es tu salario actual, no te das cuenta que hay personas que carecen de salario, por pequeña o antigua que sea tu casa, tu estudio o tu habitación, no eres consciente de que hay gente sin hogar; y no se trata de no aspirar a algo mejor, claro que si, pero no de la manera en que estamos acostumbradas. Nos pasamos las tardes inmersos en las redes sociales, webs, etc., viendo eso que tanto deseamos, queremos poseer, nos olvidamos así de apreciar lo que tenemos; basta ya, no necesitas desear y desear y desear sin parar, solo necesitas enfocarte hacia lo que quieres sin tanta rigidez, apreciar lo que tienes y ser humilde porque hay muchas personas que no tienen lo que posees.


¿Por qué?, porque el deseo te irrita y te coloca en una posición mental de inferioridad respecto a lo que estas deseando, lo cual no es nada funcional, desde esta actitud mental te autolimitas y luego te sorprendes por no ser la mejor versión de ti. Apreciar lo que tienes cultiva la aceptación, una actitud mental positiva porque estás feliz por lo que ya tienes; y por último, la humildad nace naturalmente de esa aceptación y del deseo que las personas que carecen de todo esto, puedan algún día disfrutar de nuestra privilegiada posición, así cultivamos verdadero amor (con el deseo de corazón de que todos los seres alcancen una verdadera felicidad) y compasión (con el deseo de corazón de que todos los seres puedan abandonar el sufrimiento y sus causas, es decir los hábitos negativos impulsados por la ignorancia, que los impulsan a sufrir).


Puede parecer sencillo, pero no lo es, es extremadamente simple, pero nada fácil, ¿por qué no lo hacemos?, porque estamos demasiado inmersos en nuestros hábitos de pensar, hablar y actuar actuales, ya sea porque eres demasiado cabezota y rechaces esta idea sin más porque crees que la tuya es mejor y ya está o seas una persona aparentemente abierta de mente, todas las personas tenemos hábitos instaurados desde hace muchos años, nuestro cuerpo y nuestra mente están acostumbrados a actuar de una determinada manera y esto no se cambia de un día para otro ni siquiera con la total comprensión intelectual de todos los conceptos e ideas del mundo, así que, desgraciadamente, por muy inteligente que seas, debes saber que esto requiere tiempo, esfuerzo, perseverancia y una gran fuerza de voluntad, pero además requiere una guía, para no convertir un hábito positivo en uno negativo a través del exceso de autoexigencia, la auto represión y la falta de amor propio.


Es un camino complicado, pero es una gran aventura, si no lo intentamos, estamos avocados a quedarnos siempre en el mismo punto y sufrir para toda la vida, ¿conoces a alguien que no haya cambiado demasiado a lo largo de su vida? Se cual sea y en mayor o menor cantidad e intensidad, todas las personas que estáis leyendo esto, incluido este autor, tenéis algún tipo de carencia, algo que sabéis que o bien os irrita o hace sufrir, quizás seas una persona demasiado autoexigente, perezosa, irascible, poco empática en ciertas ocasiones, muy controladora, ¿celosa quizás?, ¿hiperactivo ya desde niño?, justificar estas actitudes a través del comportamiento de otras personas o debido a una situación determinada no es más que una vana válvula de escape: — “tengo mis razones”; “si no lo hago así se me suben a la chepa”, etc. Una actitud más contundente puede ser aplicada si en nuestro corazón hay suficiente madurez para aplicarla, no llevados por el odio, los celos o la codicia, sino por el bien propio y el de los demás, porque no queremos sufrir, pero tampoco queremos que sufra nadie más.


Como os daréis cuenta, no se trata de andar con la flor en la mano en plan, todo es genial y maravilloso, porque no lo es, se trata de encontrar una forma de trabajar nuestra transformación personal; en este mundo imperfecto, es fácil rendirse a lo negativo, pero es de gran mérito reconocer esto, sobreponerse y trabajar para producir un cambio propio, para luego, ayudar a los demás a conseguirlo también. Es muy sutil al principio, pero lo bueno es que, una ver empiezas, no hay vuelta atrás.


Dharma Tsültrim Puntsoc

51 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo

Comments


bottom of page